Las alergias superan al dengue y a la gripe como principal preocupación sanitaria online
Las complicaciones de piel y respiratorias disparan las consultas en la Web y la charla en redes sociales.
Durante los últimos doce meses, el ecosistema digital argentino mostró un cambio de foco en materia sanitaria.
Las alergias desplazaron al dengue y a la gripe como tema principal de interés, tanto en la Web como en las redes sociales.
La conversación sobre salud dejó de girar en torno a las epidemias estacionales para concentrarse en síntomas cotidianos, calidad del aire y condiciones de vida urbana.
Interés en la Web: del brote al malestar cotidiano
Según el análisis comparativo entre septiembre 2024 y septiembre 2025, las alergias pasaron del 14,8% al 19% del total de búsquedas sanitarias, un salto de más de cuatro puntos en un año.
El dengue, que en 2024 había dominado las consultas (29,6 %), cayó al 9,5 % tras el fin de la emergencia epidemiológica.
Otros temas como gripe, neumonía, COVID-19 o hepatitis se estabilizaron cerca del 9%, sin variaciones relevantes.
El interés por las alergias crece de manera estructural: se consolida como tema de salud permanente, no como alarma coyuntural.
Este viraje revela una ciudadanía más preocupada por la exposición ambiental, la contaminación y los efectos del estrés urbano que por las enfermedades infecciosas tradicionales.

Qué buscan los argentinos en la Web cuando se informan sobre alergias
Durante el último mes, las consultas en la Web sobre alergias mostraron un comportamiento claramente práctico.
El foco ya no está puesto en entender las causas del problema sino en cómo resolverlo: la mitad de las búsquedas (50%) se refieren directamente a medicamentos para las alergias, lo que confirma el paso del diagnóstico al consumo como forma de gestión del malestar.
Top de temas buscados (últimos 30 días)
- Medicamentos para las alergias — 50%
Refleja una búsqueda centrada en soluciones rápidas: antihistamínicos, aerosoles nasales, gotas o tratamientos naturales. El usuario digital se comporta como un paciente autogestor, que consulta antes de visitar al médico. - Alergia en la piel — 23,8%
Segmento vinculado al uso de cosméticos, detergentes y ropa sintética. Este tipo de consultas crece en públicos jóvenes y femeninos. - Alergia respiratoria — 16,3%
Asociada a polvo, polen, aire acondicionado y contaminación urbana. Aparece cada primavera con fuerza, sobre todo en grandes ciudades. - Alergia al plátano — 7,5%
Fenómeno urbano típico de Buenos Aires y otras ciudades con alta densidad de árboles de plátano, cuyos pólenes generan irritación. - Síntomas de alergia — 2,5%
Disminuye el interés por la búsqueda genérica de síntomas: el usuario ya sabe que es alérgico y busca alivio, no diagnóstico.

Tendencias emergentes
- Se consolida una lógica de automedicación digital: el usuario busca resolver desde su casa y comparar experiencias en foros o redes.
- La alergia al plátano funciona como marcador geográfico: revela cómo los entornos urbanos específicos producen sus propias “epidemias de temporada”.
- La baja proporción de búsquedas sobre síntomas indica un conocimiento previo y estable del problema: la alergia pasa a ser una condición de vida, no un episodio médico.
La geolocalización de las alergias
El interés por las alergias no se distribuye de manera uniforme en el país.
El mapa de búsquedas de los últimos 30 días muestra una clara concentración en el norte y centro del territorio, donde la combinación de climas secos, polvo ambiental y circulación de polen eleva el nivel de consultas.
- Cuyo (24,8%) se posiciona como la región con mayor interés digital, impulsada por San Luis (6,2%) y La Rioja (5,9%), que encabezan el ranking nacional.
Estas provincias registran altos niveles de viento Zonda y baja humedad, condiciones que intensifican los cuadros alérgicos. - NOA (22,4%), con fuerte presencia de Catamarca, Salta y Jujuy, refleja la incidencia del polvo y los alérgenos propios de zonas áridas y agrícolas.
- En el Centro (18,5%), Buenos Aires y Córdoba mantienen un volumen medio de interés, aunque con predominio de consultas sobre alergias respiratorias y alergias al plátano.
- NEA (17,5%) y Patagonia (16,9%) cierran el mapa, aunque la atención en provincias como Misiones o Río Negro crece en torno a las alergias estacionales vinculadas a la humedad y al moho.

La distribución geográfica del interés de los argentinos sugiere que la preocupación por las alergias se correlaciona más con la calidad ambiental que con la densidad poblacional.
Las regiones más secas, ventosas o expuestas al polvillo urbano presentan picos de consultas, incluso por encima de los grandes centros metropolitanos.
En la Ciudad de Buenos Aires, el interés (3,9%) se mantiene estable pero enfocado en alergias al plátano y contaminación urbana, lo que marca un perfil distinto: una alergia urbana y vegetal, frente a la alergia ambiental y climática del interior.
Redes sociales: del miedo al contagio a la empatía cotidiana
En el universo de las redes, los temas sanitarios sumaron millones de menciones en el último año.
El COVID-19 continúa encabezando la conversación con 397.900 menciones, seguido por el VIH (247.200) y el dengue (156.200).
Detrás, aparecen gripe (97.100) y alergias (88.700), que muestran un crecimiento sostenido y un tono emocional diferente.
Mientras las conversaciones sobre COVID-19 y dengue se mantienen ancladas en el miedo al contagio o la crítica a la gestión sanitaria, las alusiones a alergias adoptan un registro empático, de autocuidado y experiencias personales.
Usuarios describen síntomas, rutinas y tratamientos, generando una comunidad digital de reconocimiento mutuo más que de alarma.

Evolución anual: el ciclo alérgico se refleja online
El monitoreo de menciones en redes sobre las alergias desde octubre 2023 hasta septiembre 2025 muestra un patrón estacional claro:
- Picos fuertes en noviembre-diciembre y agosto-septiembre, coincidentes con los períodos de mayor presencia de polen y polvo ambiental.
- Descensos en los meses fríos, con mínimos relativos entre mayo y julio.
- Una tendencia general ascendente, que culmina en septiembre 2025 con el punto más alto de dos años.
Las alergias se consolidan así como un termómetro social de las estaciones: cada vez que el aire cambia, la conversación digital se activa.

Desde la semiótica del discurso digital, las alergias condensan un nuevo tipo de malestar social: no el del miedo epidémico, sino el del cuerpo urbano que reacciona al entorno.
El sujeto que habla de su alergia en redes no se siente enfermo, sino saturado por la ciudad, el polvo, los aires acondicionados y la falta de descanso.
En esa narrativa, el “yo alérgico” aparece como símbolo del ciudadano hipersensible, expuesto a un medioambiente agresivo y a un ritmo de vida que no da tregua.