La política trepa en la conversación de los argentinos
por Diego Corbalán (*)
A fuego lento, pero constante, el debate político de los argentinos toma temperatura en la conversación pública.
Una discusión que tiene al gobierno en el centro la narrativa, con ejes en el ejercicio del poder desde la Casa Rosada, el papel que cumple en Estado en la vida de los argentinos y el rol del presidente Javier Milei en el teatro político junto al de sus principales opositores, con Cristina Kirchner como la más importante.
La charla política de los argentinos también deja traslucir la discusión sobre la relación entre política y la Justicia, capítulo especialmente inscripto en la condena ratificada contra CFK en la causa Vialidad, cuyo arresto domiciliario potenció el debate sobre el rol político de la expresidenta, tanto presente como futuro, con el interrogante que se posa sobre su figura debido al los 6 años de arresto domiciliario que deberá cumplir en el departamento del barrio porteño de Constitución.
Debate político en línea
Lo primero para remarcar de la conversación pública de los argentinos sobre la política vernácula es el fuerte componente institucional de dicha discusión.
Es decir, más allá de los nombres de los protagonistas de la política argentina, los usuarios de las redes sociales priorizan una discusión que pone bajo juicio el modo de hacer política, más allá de quiénes la practican.
A simple vista, surge una primera definición: la conversación política digital de los argentinos está fuertemente estructurada alrededor de conceptos estructurales del sistema político. Las cinco palabras más usadas son:
Gobierno
Poder
Estado
Presidente
Historia
Estos términos ponen de relieve una conversación centrada en instituciones, autoridad y estructura del poder, pero con una carga significativa de reinterpretación histórica del presente, a partir del pasado político del país.
Por debajo de esa discusión sobre la política asoman en un segundo plano los nombres propios de la práctica política argentina.
Los principales protagonistas de la charla política son:
Cristina Kirchner
Javier Milei
Alberto Fernández
Donald Trump
Patricia Bullrich
Mauricio Macri
A raíz del estrépito político que significó la ratificación de su condena a 6 años de prisión, Cristina Kirchner lidera la frecuencia de aparición de nombres propios.
Javier Milei asoma con intensidad levemente inferior, lo cual resulta llamativo siendo el presidente en ejercicio (fenómeno que se dio especialmente por el salto en el interés digital por CFK tras confirmarse la condena en la causa Vialidad, novedad que analizamos en detalle en Monitor Digital en este informe).
La mención de Donald Trump evidencia conexiones discursivas entre el contexto argentino y figuras globales de la derecha, un rasgo de la charla política local especialmente contorneado a partir de la irrupción en la Casa Rosada de Milei y sus vínculos con su par de los Estados Unidos.
Desde el punto de vista de los ejes temáticos de la conversación pública de los argentinos sobre la política, la judicialización del debate surge a todas luces.
Entre los temas más presentes, se destacan.
Judicial
Corte Suprema
Derechos Humanos
Causa Vialidad
Juicio Político
Comodoro Py
Corte Interamericana
Estas menciones muestran la fuerte judicialización del debate político, siempre con la cárcel para Cristina Kirchner como principal y excluyente razón.
En cuanto a la geolocalización del debate político argentino, Buenos Aires (tanto la ciudad como la provincia) explica por qué ambos distritos son epicentro territorial de la conversación sobre la práctica política.
Las razones, claro está, radican tanto en el lugar de detención de Cristina Kirchner como así también el impacto político de la condena que deberá purgar, tras ser bajada de su candidatura a legisladora en territorio bonaerense (además de las tensiones políticas en aumento con su "hijo político", el gobernador de provincial, Axel Kicillof).
Sentimientos políticos en pugna
La discusión política de los argentinos no escapa al clima de negatividad reinante en la conversación en general que se registra en las redes sociales locales.
Con el 57,6% de negatividad y 42,4% de positividad, en la conversación pública impera un clima de descontento generalizado sobre la política, fuertemente atravesado por emociones adversas como enojo, desconfianza, frustración o indignación.
En ese contexto de charla política, los argentinos tienden a poner en duda la legitimidad de actores o decisiones políticas.
El eje de “juicio-condena-error” vuelve a traer a escena el fenómeno de la judicialización del debate a partir de la condena a Cristina Kirchner, decisión que activó con fuerza el rechazo de la militancia digital del kirchnerismo, denunciando la "injusticia" o la "arbitrariedad" del fallo.
Como remarcábamos más arriba, como sustrato del debate político del presente asoma una fuerte discusión sobre la cuestión de la calidad institucional de la Argentina.
Un debate que pone en juego los valores democráticos y los derechos individuales, y que es impulsado mayoritariamente por sectores que buscan legitimar acciones institucionales como el trabajo de la Justicia, especialmente relacionado con una expresidenta como Cristina Kirchner.
Esta discusión pública de los argentinos en redes sociales además, viene dada con un contexto de fuerte polarización emocional.
Términos como “mierda”, “puta”, “casta”, “odio” conviven con otros como “democracia”, “derechos”, “compromiso”.
Nos encontramos ante una conversación sobre la política altamente confrontativa y polarizada, donde se combinan expresiones de odio visceral (especialmente emanadas de cuentas vinculadas a los seguidores de CFK) con intentos de sostener relatos de legalidad o institucionalidad (promovidos por sectores antikirchneristas).
Sentimientos en evolución sobre la política
En el análisis de la evolución del sentimiento de la conversación de los argentinos sobre la política, el primer rasgo que resalta a simple vista es la disonancia persistente entre el tono de la cobertura mediática (línea gris) y la percepción social expresada en redes (línea negra).
En este recorrido desde diciembre de 2023 hasta estos días, se destaca especialmente el derrumbe del sentimiento de las menciones digitales (en medios y redes), a partir del escándalo con al criptomoneda $LIBRA.
Desde que el caso que involucra directamente al presidente Javier Milei saltó a la luz de la opinión pública, el clima de conversación sobre la práctica política no paró de negativizarse.
La recomendación que hizo Milei de la criptomoneda $LIBRA derivó en investigaciones penales por “estafa” e “influencias indebidas”, con su consecuente impacto en las opiniones de las redes y el análisis de los medios de comunicación.
Más aún, la presión se intensificó en marzo cuando se fueron conociendo datos más precisos de la maniobra que pone bajo sospecha al presidente, en paralelo a avance de las imputaciones contra los participantes de la jugada cripto.
Lejos de apaciguar las aguas, por entonces la Casa Rosada doblaba la apuesta política avanzando sobre la prensa.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, lanzaba el polémico “botón muteador” para silenciar periodistas durante sus conferencias de prensa, una medida que alimentó las críticas contra el gobierno por considerarla una decisión de censura y de ejercicio de autoritarismo.
Paralelamente, entre febrero y marzo pasados se desplegaron varias movilizaciones contra el gobierno de Milei.
Una de ellas fue la del colectivo LGBTQ+ del 1° de febrero contra los polémicos dichos del presidente en el foro Davos sobre la ideología de género.
Otra de las marchas de más impacto en el debate político fue la del 12 de marzo frente al Congreso "en defensa de los jubilados", que derivó en violentos choques con la policía, destrozos y decenas de detenciones de manifestantes.
Paralelamente, las trágicas inundaciones en Bahía Blanca alimentaron el debate sobre el rol de la gestión de la política en materia de obras pública, tanto a nivel nacional como provincial.
Razones del protagonismo de la política
Reafirmando lo dicho durante este análisis, es clave entender la centralidad de la ratificación de la condena contra Cristina Kirchner para explicar el repunte de la discusión política de los argentinos.
La decisión tomada por la Corte Suprema disparó las menciones sobre el rol de la justicia y la polarización política entre los polos kirchnerismo-antikirchnerismo.
En redes sociales, el uso de hashtags como #CristinaCondenada, #Presapolítica, #CristinaLibre y #Lawfare impulsaron la conversación.
En los medios, la medida judicial de un fenomenal impacto político fue portada durante días en Clarín, La Nación, Página/12, Infobae y Perfil, con enfoques contrapuestos entre “histórico fallo judicial” y “proceso de persecución política”.
Queda claro que “política” se expande en el ecosistema digital de los argentinos cuando el sistema institucional se ve interpelado por casos como el de Cristina Kirchner y su vínculo con la corrupción.
La judicialización de una figura central del sistema como Cristina Kirchner provocó un reordenamiento simbólico del debate, dentro del cual se desató un torbellino narrativo que puso en discusión el presente y el pasado, el poder y la legitimidad, la democracia y sus límites.
Puntualmente en las redes, la condena ratificada contra CFK funcionó como disparador de identidad partidaria y grieta política, aumentando los niveles de emocionalidad y volumen conversacional.
Al interior de las plataformas se advierte un fenómeno que describe con nitidez el presente político: el salto en protagonismo del debate judicial replegó la discusión por la economía, dejando a la política y su interrelación con la Justicia en el centro de la narrativa argentina, como pocas veces sucedió desde que Javier Milei llegó al poder en diciembre de 2023.
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