F1: El campeón en las pistas fue Norris; en las redes fue Verstappen
El piloto de McLaren se coronó como el ganador de la temporada 2025 de la máxima categoría del automovilismo mundial, pero no logró captar la simpatía de los fanáticos digitales.
Más allá del título de Lando Norris en la pista, la temporada 2025 tuvo a Max Verstappen como campeón del ruido digital y a una camada de rookies que tomó por asalto Instagram, con Hadjar, Bortoleto y Antonelli al frente de la revolución del engage.
En ese mapa, Franco Colapinto fue sometido a la evaluación de las redes sociales del mundo como un top 5: volumen global fuerte, sentimiento muy exigente y un engage de elite, mientras la comunidad argentina sostuvo la mayor presión, pero también la consolidación de su perfil como activo digital competitivo de la F1.
Verstappen, con la pole de las menciones
Mientras Lando Norris se llevó el título en la pista, Max Verstappen se quedó con el campeonato del volumen de menciones: rozó los 7,1 millones de impactos en redes entre marzo y diciembre.
Fue el nombre que sostuvo números altos todo el año, con un cierre explosivo en diciembre, arriba del 1,28 millón de menciones, cuando la temporada ya mezclaba pelea deportiva, polémicas y mercado de pases.
Detrás se acomodó Lewis Hamilton, que mostró un patrón distinto: un pico muy fuerte en marzo (848.700 menciones) ligado al arranque de temporada y a su novela permanente con Mercedes y Ferrari, y luego un año más irregular que igual terminó arriba de los 5,5 millones.
El tercer escalón del podio digital lo ocupó el propio campeón, Norris, con 4,56 millones de menciones y una curva muy clara: volumen medio en el primer semestre y despegue fuerte en el último tramo, con más de 500.000 menciones en octubre, 628.400 en noviembre y 1,09 millón en diciembre, cuando el título ya se discutía en clave épica.
El resto del top-5 global lo completaron Leclerc (3,55 millones) y Piastri (2,99 millones).
Pero el dato más interesante para el público de Monitor Digital estuvo un escalón más abajo: Franco Colapinto se metió sexto en el ranking anual, con 2,22 millones de menciones globales, por encima de nombres pesados como Russell (2,02 millones), Sainz (1,92 millones) y Alonso (1,48 millones).
Para un piloto argentino, en su primera temporada en la máxima, la marca lo instaló de lleno en la conversación internacional.
En el segundo pelotón apareció la camada joven y “de nicho”: Antonelli superó el 1,28 millón, mientras que Tsunoda, Lawson, Hadjar y Albon se movieron en una franja que fue de los 560.000 a los 790.000 impactos.
Más atrás, nombres históricos como Gasly, Stroll y Ocon quedaron por debajo del medio millón, mientras Bearman y Hülkenberg se ubicaron en la zona baja del cuadro, entre 140.000 y 100.000 menciones, casi como un ruido de fondo frente al ruido ensordecedor de Verstappen, Norris y compañía.

El "cariño" de las redes, con preferencias distintas
La tabla de sentimientos de la conversación en redes sociales sobre...
... los pilotos de la Fórmula 1 pinta un mapa emocional bastante claro de la temporada.
El gran ganador del “amor digital” fue Yuki Tsunoda, que cerró el año con un NSR +66, siempre en verde, con picos muy altos en septiembre, noviembre y diciembre.
Junto a él se acomodó una sorpresa: Nico Hülkenberg terminó con +54 puntos y dos meses en el techo del indicador (100 en mayo y 100 en diciembre).
El piloto alemán no peleó el título en la pista, pero en redes funcionó como personaje querido, sin grandes odios ni grietas.
El grupo de “bien valorados” se completó con Piastri, Leclerc, Ocon y Hamilton, todos en la franja de +40–+38 puntos.
Piastri mantuvo casi toda la temporada en verde, Leclerc alternó buenas y tibias con un bajón en septiembre, y Ocon cosechó un arranque muy luminoso, sobre todo en abril.
Hamilton mostró una curva pareja, de respeto más que de idolatría: saldo positivo, pero sin euforia sostenida.
Más abajo apareció el pelotón intermedio, donde se ubicaron Lawson, Russell, Albon y el propio Verstappen.
El múltiple campeón neerlandés de los clics cerró el año con +29 puntos de NSR: lejos de ser un villano odiado, se movió en una zona mixta, con meses muy buenos y otros teñidos de polémica.
Gasly y Hadjar también quedaron en esa franja de “queridos con reservas”, mientras que el campeón deportivo Lando Norris terminó con un NSR +21: saldo positivo, pero sin la adoración digital que suelen imaginar las campañas de marketing.
En la parte baja apareció la zona roja de la grilla. Stroll, Antonelli, Sainz y Alonso cerraron el año con números discretos, entre +19 y +10 puntos, después de meses con más críticas que elogios.
Los casos de Bearman y Bortoleto resultaron más montañosos: primeros meses muy castigados, seguidos por recuperaciones fuertes en la segunda mitad del año, como si el público premiara la adaptación y el esfuerzo.
Y el capítulo que miró de cerca el público argentino fue el de Franco Colapinto.
El año digital del piloto empezó áspero, con rojo intenso en marzo, abril y mayo; recién desde junio la conversación se equilibró y, en el último tercio de la temporada, el NSR pasó a saldo levemente positivo.
El promedio anual quedó en cero clavado: ni idolatría ciega ni condena masiva, sino un piloto en construcción, sometido a la lupa local y global.
Para Monitor Digital, esa curva habló de algo más profundo: Colapinto ya jugó en la liga de los protagonistas y cada error o acierto se discutió como si se tratara de un top-5 histórico.

La revolución rookie
La foto final de la temporada en redes sociales contó otra historia distinta al podio deportivo y al ranking de menciones.
En el mundo del engage y los nuevos seguidores, el algoritmo se enamoró de los pibes.
El podio secreto de Instagram
El gran ganador digital fue HADJAR.
Marcó un engage 80,3, un número descomunal que lo dejó en otra liga, y una tasa de nuevos seguidores de 166,6%.
Pasó de un puñado de decenas de miles de seguidores en marzo a más de 1,5 millones en diciembre.
Cada posteo funcionó como un cohete: poco volumen total, pero una comunidad hiperconectada que comentó todo.
Segundo apareció BORTOLETO, que firmó un engage 24,7 y creció 106,3% en seguidores.
El tablero de Monitor Digital mostró el salto brutal: arrancó el año apenas arriba de los 100.000 seguidores y lo cerró por encima de los 2 millones.
Su cuenta se convirtió en un laboratorio perfecto de cómo un rookie aprovechó la vitrina F1 para multiplicar audiencia.
El tercer escalón de este podio alternativo lo ocupó ANTONELLI, con engage 13 y un crecimiento de seguidores en Instagram de 41,8%.
La curva mensual fue clarísima: pegó el gran salto en abril, cuando pasó de menos de 500.000 seguidores a más de 2 millones, y después mantuvo un flujo constante hasta rozar los 4,3 millones en diciembre.
El relato del “pibe prodigio de Mercedes” prendió fuerte en Instagram.

Las estrellas: mucho piso, menos vértigo
Mientras tanto, las grandes figuras jugaron otra clase de partido en las redes sociales:
- Lando Norris, campeón en la pista, marcó un engage 8,2 y una tasa de nuevos seguidores de 1,8%. Igual sumó casi 1,8 millones de cuentas nuevas en el año, hasta cerrar en torno a los 11,2 millones. Poco crecimiento relativo, pero sobre una base gigante.
- Max Verstappen quedó a mitad de tabla en engage (5,2) y sumó 2,5% de nuevos seguidores; en valores absolutos, incorporó algo más de 4 millones, hasta superar los 17,9 millones.
- Hamilton se movió todavía más en modo “leyenda estable”: engage 3,6, crecimiento de 0,7%, pero con un agregado real de unos 2,6 millones de seguidores, gracias a una base que rozó los 42 millones a fin de año.

Colapinto: alto engage, crecimiento de consolidación
En este mapa, Franco Colapinto ocupó un lugar muy particular.
Terminó cuarto en engage, con 9,7, por encima de pesos pesados como Norris (8,2), Leclerc (7,1), Verstappen (5,2) y muy lejos de Hamilton (3,6) o Alonso (1,3).
Cada publicación de Colapinto generó mucha interacción relativa; su comunidad respondió.
En seguidores, la curva fue distinta: Colapinto creció 1,6% según la tasa anual, pero en términos concretos sumó más de 700.000 cuentas.
Pasó de 4,49 millones en marzo a 5,21 millones en diciembre, con un crecimiento parejo y casi sin picos violentos.
Mientras Hadjar, Bortoleto y Antonelli vivieron explosiones puntuales, Franco protagonizó un año de consolidación: sostuvo un público ya muy numeroso, lo amplió y lo volvió más participativo.
Para un piloto que ya traía arrastre fuerte desde la F2 y la academia de Williams, el desafío no fue “aparecer”, sino no diluirse en la primera temporada completa en la F1. Los números mostraron que lo logró.
La generación algoritmo: Piastri, Tsunoda y compañía
Otros dos nombres reforzaron la idea de “nueva camada digital”:
- Piastri combinó engage 8,8 con una tasa de crecimiento de 6,2%, apoyada en un salto de 3,5 a casi 5,9 millones de seguidores.
- Tsunoda se ubicó con engage 7,5 y 4,4% de nuevos seguidores, y pasó de 3 millones a más de 4 millones.
Detrás, Bearman, Lawson, Hülkenberg y Albon mostraron crecimientos de seguidores en Instagram de entre 2,7% y 3,5%, con bases aún manejables y comunidades que reaccionaron bien cada vez que se encendió el spotlight.
En la otra punta, Alonso, Gasly, Sainz, Ocon y Stroll se movieron en un piso muy estable: engage bajo y tasas de crecimiento entre 0,5% y 1,4%.
Fanbases fieles, pero ya sin efecto novelty.