El gobierno "odia"; las redes quieren "amar"

En medio de las disputas políticas del oficialismo, con las tensiones económicas en aumento, la conversación de los argentinos encuentra un punto de mejora que sorprende.
El gobierno "odia"; las redes quieren "amar"

por Diego Corbalán (*)

El humor de los argentinos en las redes sociales muestra signos de mejora, pese a un contexto político y económico cada vez más tenso.

Es el propio gobierno de Javier Milei el que busca "incendiar" el debate público, al igual que varios sectores opositores, con el kirchnerismo al frente.

Este recrudecimiento de los mensajes de odio no hacen más que generar una suerte de burbuja política, en torno a la cual la conversación digital de los argentinos desvía la mirada hacia otras discusiones.

La era libertaria, bajo el escrutinio del humor argentino

Cuando el escenario electoral de 2023 giraba dramáticamente hacia un triunfo libertario, dicho contexto político de octubre de ese año tocaba los peores niveles de sentimiento en el mundo digital.

Por entonces, predominaban los discursos de odio, el miedo a escenarios de crisis y la incertidumbre sobre el futuro inmediato del país ante la firme posibilidad de que La Libertad Avanza se convirtiera en gobierno.

Por entonces, en paralelo, la inflación mensual superaba el 12% (uno de los registros más altos en décadas), atizando el debate político sobre cómo frenarla.

Además, una nueva disparada del dólar, rozando los $1.200, intensificaba el malhumor económico.

Ya con el nuevo gobierno de Milei en funciones, el clima de la conversación pública comenzaría a mejorar, saliendo de un verdadero pozo de negatividad que se generó durante la campaña electoral.

De todos modos, los primeros meses de la gestión libertaria continuaron mostrando elevados valores de negatividad, en medio del rechazo al ajuste económico lanzado, el congelamiento de sueldos, el despido de empleados públicos y la suba de tarifas.

Sumado a esas medidas, el inicio de la discusión de la Ley Ómnibus contribuía a ese contexto de alta negatividad persistente.

Pese a los múltiples debates de alta intensidad durante 2024, el humor social de los argentinos expresado en el mundo digital siguió mejorando.

Sin embargo, el final de año reavivó sentimientos adversos en la conversación pública, especialmente por el impacto del ajuste y la desaceleración económica, con su inevitable alcance a la organización de las vacaciones veraniegas, en un contexto de "bolsillos flacos".

Mejora tiempos digitales

Tras las tensiones acumuladas en 2023 y 2024, este año comenzó a mostrar signos de mejoras sostenidas en el humor de los argentinos.

La positivización, sin embargo, recién comenzó a evidenciarse para marzo-abril de 2025, consolidando la mejora en los meses siguientes.

Este buen clima de charla en redes muestra algunas flaquezas en la cobertura de los medios.

Aunque con signo positivo, el sentimiento de la cobertura periodística general dio señales de resentimiento durante las últimas semanas, achicando distancias con respecto a las plataformas.

De todos modos, redes y medios componen un escenario digital con valores promedio esperanzadores para una Argentina que no se cansa de desear cuánto antes "la luz al final del túnel" en un camino plagado de desafíos.

La protesta, en retirada

Esta suerte de distensión momentánea de las tensiones sociales argentinas expresadas en la conversación digital se produce semana después de haber alcanzado picos de menciones y de sentimiento negativo sobre la protesta en las calles.

Sentimientos adversos que no son nuevos en el mapa digital desplegado sobre el país.

Ya en las primeras semanas del gobierno libertario, entre diciembre de 2023 y enero de 2024, las movilizaciones que surgían en contra del flamante plan de ajuste de Javier Milei generaban los primeros chispazos.

El llamado "protocolo antipiquetes" y los ataques del oficialismo contra los dirigentes piqueteros comenzaba a sacudir la opinión pública en tiempos libertarios, marcando un sendero por el que todavía transitamos.

De todos modos, la comparación entre 2023 y los años siguientes deja un dato notable.

La carga semántica negativa sobre la protesta social mejoró notablemente en los primeros meses del gobierno libertario para volver a empeorar progresivamente hasta estos días.

El sendero favorable pareciera retomarse otra vez en julio de 2025, mostrando uno de los mejores promedios de sentimiento del último semestre.

Mejora que, como remarcábamos, se desplegó gracias a un descenso progresivo de los picos de menciones en redes sociales sobre la protesta social, especialmente la orientada a cuestionar las políticas del gobierno de Javier Milei.

Señales de alerta, en medio de la "calma"

Si bien resaltábamos la mejora en el contexto de la charla general de los argentinos en el mundo digital, indagando conversaciones temáticas relacionadas a concepto que apuntan a la institucionalidad del país, nos encontramos con algunas métricas que deben ser tenidas en cuenta.

Los dos mejores contextos de conversación pública analizados, "futuro" y "Argentina" muestran negativizaciones moderadas, pero sostenidas desde hace d0s meses.

Un fenómeno todavía más acentuado en la charla sobre la "democracia", pero con la contrapartida de mejoras puntuales en el diálogo sobre "política", "Estado" y "crisis".

Estas señales de advertencia también las hallamos en las publicaciones periodísticas argentinas.

Julio marcó el fin de las positivizaciones detectadas en la cobertura sobre casi todas las categorías analizadas, a excepción de "democracia".

Consecuencias de la "guerra" del gobierno contra el periodismo

La dispersión creciente en el sentimiento de las categorías analizadas sobre la cobertura periodística argentina se inscribe en un contexto de hostilidad en aumento del oficialismo sobre la prensa local.

Este diferencial de sentimiento entre los distintos tipos de publicaciones periodísticas no solo evidencia una fragmentación temática, sino también un desdoblamiento del “humor digital” periodístico.

Por un lado, nos encontramos narrativas que resisten con optimismo ("futuro", "democracia") y por otro, una mirada cada vez más crítica y deteriorada sobre la "política" concreta, el "Estado" y la "crisis".

Esta brecha podemos interpretarla como una forma de contención simbólica del caos.

Es decir: un campo narrativo de los medios en donde la esperanza y los principios democráticos funcionan como relato de equilibrio frente a una realidad percibida como caótica.

Accede a nuestro tablero de TENDENCIAS con todas las métricas desarrolladas y al día sobre la actualidad del mundo digital