Crece el debate por la salud en las redes, con sentimientos cada vez más negativos

La discusión por la crisis sanitaria escala en la conversación de los argentinos, con una fuerte interpelación a la política por el manejo de la salud pública.
Crece el debate por la salud en las redes, con sentimientos cada vez más negativos
Crece el debate por la salud en las redes, con sentimientos cada vez más negativos

por Diego Corbalán (*)

La salud es un de los temas centrales de la discusión política de los argentinos.

Sin embargo, es un debate más bien teñido por lo político que por lo sanitario.

El funcionamiento del sistema de salud argentino es visto como un problema de gestión política, más que un asunto técnico.

El caso del hospital Garrahan explica esta particularidad.

La movilización y el reclamo salarial de los médicos residentes penetró en la opinión pública más como cuña política para incomodar al gobierno nacional que para debatir a fondo sobre la calidad de la atención sanitaria en la Argentina.

La salud, entre la tensión política y la valoración social

El debate público de los argentinos por la salud se proyecta en un escenario polarizado, levemente positivo, pero con una intensa discusión crítica sobre la cuestión sanitaria.

En las redes sociales, los términos “gestión”, “trabajo”, “seguridad”, “derecho” y “amor” componen la narrativa de defensa de la salud, sosteniendo una positividad que apenas logra superar a la negatividad.

Del lado el diálogo adverso sobre la salud, “error”, “problema”, “paro”, “falta”, “crisis” y “ajuste” estructuran una charla fuertemente concentrada en un debate de corte político que interpela la gestión sanitaria que ejerce el Estado.

Un debate centrado en el trabajo médico

El estallido del reclamo salarial de los profesionales médicos del hospital Garrahan potenció una discusión en la que la cuestión de la calidad del empleo en el sector de la salud pública ocupa un lugar central.

"Trabajo" es la palabra más usada en la conversación pública de los argentinos durante los últimos 30 días en redes sociales, marcando con contundencia la centralidad del asunto en el debate.

“Gobierno” y “Estado” son otros de los términos más presentes en dicho diálogo dejando en claro que la politización del asunto de la salud no es casual.

De todos modos, la alta presencia de términos “problema”, "salud mental” y “educación” sugiere un entrecruzamiento de la discusión política de la salud pública argentina con problemas de fondo que persisten.

Se trata, ni más ni menos, que de la cuestión del bienestar social, fuertemente deteriorado fruto de años de caída en la calidad de la atención médica y el agravamiento de dichas condiciones por la pandemia del Covid-19.

Discutiendo salud, en clave política

Como anticipábamos en este informe, el debate público de los argentinos por la saluda trasciende lo estrictamente sanitario.

Por diversos factores, la salud se convirtió en un campo de discusión política.

Durante los últimos 30 días, la charla pública por la salud estuvo dominada por lo político con el 22,3% de la narrativa, empatada con la cuestión de la gestión (22%).

De esta manera, la discusión acerca de la calidad de la atención médica quedó hegemonizada por el modo en que la política gestiona la salud de los argentinos, dejando en segundo plano el impacto social de este asunto.

Todavía más relegado quedó la cuestión económica que implica la prestación de los servicios de salud, en tanto que el debate sobre cuestiones estrictamente sanitarias quedó en quinto lugar de la narrativa analizada.

La salud, en clave de gestión

La cuestión de la salud es una de las áreas de gestión de gobierno con mayor narrativa en la conversación pública de los argentinos.

Si bien se ve doblegada por cuestiones como la política, la economía y la seguridad, lo sanitario pelea protagonismo con la garantía de los derechos, la seguridad y la corrupción.

Con algunos altibajos, la salud fue trepando en protagonismo en el debate de redes sociales desde que Javier Milei llegó a la Casa Rosada en 2023.

El tópico pasó del 5% a casi el 9%, superando en los últimos meses a la Justicia, los derechos y la seguridad.

Poco a poco, la cuestión sanitaria gana un lugar cada vez más importante en la discusión pública de los argentinos sobre cómo el gobierno gestiona las distintas áreas.

Vista desde el plano de la valoración de los argentinos, la salud se presenta con niveles de sentimiento negativos, pero con valores lejos de ser preocupantes.

Deportes, ciencia, turismo y cultura promedian valores mejores que la cuestión sanitaria, pero la salud obtiene promedios más positivos que, por ejemplo, la educación, al seguridad, la política y la corrupción.

La salud, en crisis

Siguiendo con el análisis de la valoración que los argentinos dan a la cuestión de la salud, la evolución del sentimiento detectado en la conversación pública enciendo algunas luces amarillas en el tablero de la gestión libertaria.

Desde la asunción de Javier Milei a finales de 2023, el clima de diálogo acerca de la cuestión sanitaria tuvo un comportamiento dispar.

Si bien durante los primeros meses de gestión el deterioro del sentimiento se fue recomponiendo paulatinamente, desde agosto de 2024 la negatividad fue en aumento.

Desde entonces y hasta mediados de 2025, el sentimiento adverso en la charla pública de los argentinos no paró de incrementarse.

De hecho, tras rozar momentáneamente valores positivos un año atrás, el tópico sanitario en redes sociales pasó a promediar menciones de sentimiento "malo".

Un deterioro que, con el mes de junio en marcha, podría acentuarse aún más, en línea con el incremento de los reclamos sectoriales dentro del sistema sanitario como es el caso de la discapacidad, mientras las demandas salariales de los profesionales de la salud están lejos de moderar su intensidad.

El Garrahan, con alto impacto sobre la reputación del gobierno

La crisis desatada por el reclamo salarial de los profesionales de la salud del hospital Garrahan puso contra las cuerdas al gobierno libertario.

Analizando el clima de la conversación pública de los argentinos sobre la salud y la Casa Rosada (a diferencia de los resultados que presentábamos anteriormente referidos a la conversación acerca del sistema sanitario en general), los porcentajes de negatividad se dispararon más allá de los altos valores precedentes.

De una semana a otra, las menciones negativas pasaron del 73,9% al 92,6%, mientras las positivas se desmoronaron del 26,1% a apenas el 7,4%.

Este salto de la negatividad de casi el 19% es un reflejo claro de la tensión en aumento del diálogo público de los argentinos sobre el manejo de las políticas sanitarias de la gestión de Javier Milei.

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